Plato Lleno: el programa que va al rescate de la comida que sobra

La idea es no tirar los alimentos y donarlos a sectores vulnerables

El martes al mediodía los alumnos de la escuela N° 55 María Teresa de Calcuta, de Tigre, esperaban un guiso o arroz con pollo. Pero almorzaron rolls de trucha, pinchos de salmón, empanadas árabes y sándwiches de pastrón, acompañado por hongos y zucchini asados. No estaban en ningún restaurante cinco estrellas. Se habían sentado en el mismo comedor escolar donde todos los días reciben, tal vez, el plato más abundante de la jornada.

"Los chicos esperaban esta comida. Sale de lo común", contaba la directora, Graciela Colman, mientras acomodaba las bandejas de plástico envueltas en film y repletas de comida. Era una donación de Plato Lleno, el proyecto de un grupo de voluntarios que rescata la comida excedente en fiestas para cedérsela a personas en situación vulnerable.

Con el lema "La comida no se tira", el movimiento ya entregó 5000 platos llenos -de al menos, 500 gramos- para el almuerzo, la merienda o la cena en hogares de niños en tránsito, refugios de víctimas de la trata, comedores escolares y barriales, y escuelas. Se trata de, al menos, 2500 kilos de alimentos que habrían terminado en la basura si no hubiera existido el nexo entre los voluntarios y los donantes.

"Nosotros somos una especie de delivery", explica Alexis Vidal, creador del proyecto Plato Lleno, junto con Paula Martino, dentro de la cocina de Eat Catering, la empresa que realizó la última donación, mientras separa la comida en bandejas. "Recibimos los alimentos y los entregamos en 30 minutos porque buscamos receptores que estén cerca", agrega.

De las 180 docenas de brownies y medialunas de la primera donación, en mayo de 2013, a los 500 kilos de alimentos que esperan recibir hoy de un evento en el que participan 9000 personas, la actividad de Plato Lleno no ha parado de crecer.

Una muestra es el incremento de seguidores que tuvieron en el perfil de Facebook (7000 fans) y el primer puesto que lograron en el concurso #VosLoHacés, que organizó el gobierno de la ciudad, en el que ganaron un capital "semilla" de $ 60.000.

"Con ese dinero queremos crear la Fundación Plato Lleno, para poder recibir ayuda económica ya que todo sale de nuestro bolsillo", cuenta Paula mientras acomoda bandejas dentro de dos cajones de plástico. "También quisiéramos comprar un transporte con refrigeración, que nos permita hacer trayectos más largos."

Plato Lleno funciona a pulmón. Los interesados en donar, particulares o privados, se contactan con Paula y Alexis, combinan un horario para retirar los alimentos y trasladarlos a un hogar o comedor cercano. El trayecto lo realizan en el auto particular de uno de ellos o de algún voluntario que los esté ayudando en el momento. En cada donación se necesitan, al menos, cuatro personas. Pero por la visibilidad que tuvieron las acciones de las últimas semanas el proyecto tuvo un gran crecimiento que los obliga a pensar en cómo seguir desarrollándolo.

El lunes pasado la cocina de la empresa gastronómica en la que fueron a retirar una donación estaba trabajando a todo tren. Los cocineros iban de aquí para allá, entre hornos, ollas y cientos de enseres. Bruno Gillot, el chef del lugar, supervisaba todos los movimientos y daba indicaciones con marcado acento francés, pese a sus 19 años de residencia en la Argentina. Paula y Alexis, junto a los voluntarios Germán y Lucas, empaquetaban rolls, pinchos, verduras asadas y masitas dulces.

"Los peces hay que comerlos rápido; lo demás puede aguantar unos días en la heladera", dice el chef.

Conservar la cadena de frío es una de las principales preocupaciones y por eso se buscan sitios que estén cerca uno de otro.

Cuando el proyecto comenzó sólo había dos lugares interesados en recibir los alimentos. Hoy ya suman diez. A ellos se llega por sugerencia del Banco de Alimentos o por referencia de otras personas. Como ocurrió en el caso de la escuela de Tigre.

Mediante cálculos no oficiales se estima que en la ciudad de Buenos Aires se desperdician unas 670 toneladas por día de comida elaborada. A nivel mundial la cifra llega a 1.300.000 toneladas. En cada evento se produce, en promedio, un kilo de comida por invitado. Y en un total de 250 personas, o 250 kilos, sobra alrededor del 5%.

"Cumpleaños, casamientos o eventos hay en todas las ciudades, por pequeña que sea. Y personas con necesidad de alimentos, también. Esto se puede replicar en cualquier sitio como ya está comenzando a ocurrir", asevera Paula.

El proyecto ya se está replicando en Perú y hay posibilidades de que se extienda a Rosario y Córdoba. Los interesados en sumarse al movimiento tienen un instructivo a disposición en el perfil de Facebook, Proyecto Plato Lleno.

¿Qué se puede donar? Cualquier tipo de comida elaborada, salada o dulce, a excepción de helados o productos con una alta exigencia en mantener la cadena de frío. En caso de que sólo sea comida para refrigerar, la donación queda sujeta a la obtención de un camión refrigerado para efectuar su traslado.

En este punto aparece uno de los obstáculos que debe sortear Plato Lleno: el de la responsabilidad de los donantes. La ley del buen samaritano, o ley donal, sancionada en diciembre de 2004, los protegía mediante el artículo 9, que fue derogado tiempo después. Éste establecía que una vez entregados los alimentos "el donante queda liberado de responsabilidad por los daños y perjuicios que pudieran producirse con ellos o por el riesgo de las mismos, salvo que se tratare de hechos u omisiones que degeneren en delitos de derecho criminal".

A pesar de que existen otros proyectos para darle impulso a la ley (ver aparte) muchas empresas dejaron de donar para evitar juicios o problemas. "Plato Lleno funciona con o sin ley. El excedente de comida existe y donarla no es ilegal siempre que se cumplan los requisitos que estable el Código Alimentario Argentino", aclara Alexis.

¿CÓMO CONTACTARSE?

Plato Lleno tiene presencia en las redes sociales. En Facebook existe la página Proyecto Plato Lleno, donde se puede encontrar un documento con preguntas frecuentes y otros datos útiles. En Twitter el usuario es @PlatoLleno. Cualquier otra consulta, Alexis y Paula ofrecen responderlas vía mail en proyectoplatolleno@gmail.com.

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Por Mauricio Giambartolomei | LA NACION