Padre Mario Pantaleo: Testimonios

Aun después de su fallecimiento continua haciendo milagros y sanando a quien acude a pedirle su ayuda.

Los testimonios que hablan de las milagrosas curaciones del Padre Mario se cuentan por miles; pero a modo de ejemplo, algunos relatos de personajes famosos y de anónimos fieles que recibieron el auxilio del cura sanador:

El periodista, historiador y escritor Félix Luna cuenta: “Apenas me miró me diagnosticó que tenía. Después fui al médico y me confirmó exactamente lo que el Padre Mario me había dicho”.

El humorista Jorge Ginzburg quien fue uno de sus amigos cuenta que cierta vez que lo vio ayudándose con nebulizador para respirar le preguntó porque si podía ayudar a tantos, no podía curarse él mismo, a lo que el cura le contestó: “Cuando alguien recibe un don, es para darle a los demás, no para uno”.También agrega Ginzburg: “El principal milagro del Padre Mario fue su obra para con los huérfanos y discapacitados. Ese tano tozudo y luchador era de los que pensamos que si podemos soñarlo, podemos hacerlo y lo hizo”.

Osvaldo Cocci, quien por años fue Director de Valuaciones de la Municipalidad de Buenos Aires dice que: “En enero de 1990 una tomografía computada determinó que tenía un tumor canceroso de dos centímetros en el pulmón derecho; por lo que los médicos decidieron operarme urgentemente en una semana. Fui al Padre Mario y con su péndulo me confirmó el diagnóstico diciendo que se podía curar en 60 días. Continúa Cocci su relato- Bajo mi responsabilidad, aplacé por dos meses la operación y visitaba diariamente al Padre Mario, quien sin tocarme, pasaba su mano por la zona afectada y oraba. A los 63 días me dijo que me hiciera una nueva tomografía la que arrojó como resultado que el tumor había desaparecido. Cuando mi médico vio la tomografía no podía creerlo y tuve que confesarle que tenía un asesor espiritual. Mi médico llevó el caso a la Academia de Medicina” . Por último dice Cocci: “A los seis meses me hice otra tomografía y no hubo dudas, el tumor ya no existía.

Tengo toda la historia clínica a disposición de quien quiera verla ... “El Presidente Carlos Menem en los funerales del Padre Mario lo definió diciendo: “Es un santo”. Cuando meses más tarde los restos del cura fueron trasladados desde el cementerio de la Recoleta a González Catán, también estuvo presente el Presidente quien dijo: “Yo se que cuando se habla de curaciones hay muchos que desconfían. Se habló mucho del Padre Mario y de sus curaciones. Quiero decirles que yo soy uno de los que recibieron su palabra y su curación”. Menem fue atendido por el Padre Mario a raíz de problemas en sus cuerdas vocales (enfermedad ésta que hizo correr rumores de un cáncer en el primer mandatario).

Irene de Pintos tenía un tumor en el cuello en 1984. Era inoperable. La quimioterapia no había resultado y la cobaltoterapia tuvo que ser suspendida. Estaba desahuciada y lo único que quedaba era esperar el desenlace. Cuando el Padre Mario la atendió pasando su mano (sin tocarla) por la zona y rezando, el tumor desapareció. En los años ‘86, ‘87 y ‘88 se le volvieron a hacer tomografías y se confirmó que el tumor ya no existía.

Nilda Fernández, una mujer de muy buen nivel social y económico que colaboró durante mucho tiempo con la Fundación, cuenta: “Una vez le pregunté al Padre sobre los enfermos de SIDA y él me dijo que con eso no podía hacer nada. Pero al tiempo, muy contento me dijo que ya tenía tres casos de SIDA en los que la enfermedad había cedido. Yo le dije: Pero Padre si Ud. me dijo que con eso no podía hacer nada y el me dijo: Si, pero ahora El De Arriba me dio permiso” .

Keikichi Utsumi, un empresario japonés radicado en Argentina, que fue gobernador del Rotary Club en 1988/89 cuenta: “A mi hija la curó de un problema de piel que no tenía solución médica y a mi esposa la sanó de las consecuencias de un ataque cerebral en apenas un mes. Somos católicos y agradecidos al Padre Mario, y sobre todo, a Dios”

PALABRAS DE UN MÉDICO

Las palabras del Dr. Daniel Trocki resultan muy importantes, no solamente por su condición de Director del Instituto Geriátrico Nazaret, sino también por que fue elegido por el Padre Mario como Director Médico del Área de Salud de l a Fundación en González Catán. Dice el Dr. Daniel Trocki sobre su experiencia de dos años junto al Padre Mario: “Presencié algunas cosas que eran increíbles. Si yo no las hubiera visto, confieso que me hubiera costado mucho aceptarlas. Antes de conocer al Pmanra”. Dice luego refiriéndose a su profesión médica: “Uno no tiene por que encorsetarse en los parámetros médicos, esto lo digo como profesional. Nosotros somos profesionales, pero antes que eso somos seres humanos”.

SU ÚLTIMO MILAGRO CUANDO ESTABA A PUNTO DE MORIR

El último milagro del Padre Mario fue en la sala de Terapia Intensiva del Sanatorio de la Santísima Trinidad donde estaba internado en agosto de 1992 afectado de una deficiencia cardiaca, la que sumada a su crónico problema respiratorio sería el desencadenante de su fallecimiento. Según cuenta Laura Rodeghiero (en ese entonces secretaria de la Sala de Terapia) separada por un biombo, estaba junto al sacerdote, una joven norteamericana de 16 años: Amanda “Mandy” Salas, quien a raíz de un accidente automovilístico estaba cuadripléjica, sin poder mover ninguna parte de su cuerpo y con respirador artificial.

Dice Laura Rodeghiero: “Cuando Mandy fue internada los estudios y las tomografías determinaron una lesión en la médula irreversible. No podría mover ningún miembro de su cuerpo. Cuando el Padre Mario se enteró le pidió a Perla (su secretaria y mano derecha en la Fundación) una foto de la chica y que gestionara para que retiraran el biombo y acercaran las camas. El biombo fue retirado, pero no se pudieron acercar pues los dos dependían de sus respiradores. Desde su cama el padre levantaba su mano que le temblaba, porque tenía que hacer mucha fuerza, y bendecía a Mandy. Era tan grande el esfuerzo de mover un poco su mano que teníamos miedo por su salud, ya que no podía más. Poco antes de morir, le dijo a Perla en un susurro que él “se iba a ir”,. pero que la chica “se iba a quedar”; agregando que volvería a caminar en un año y medio o dos”. Agrega la enfermera que Mandy, después de ser trasladada a su ciudad (San Diego) abandonó el respirador, y no solo pudo mover sus dedos, sino que logró pararse de su silla de ruedas. Mandy Salas, el último milagro del Padre Mario, se graduó al año siguiente como bachiller con todos los honores y con la fe inquebrantable de que muy pronto volvería a caminar.

Un dato curioso: Cuando visitó junto a sus amigas a una famosa vidente de San Diego, esta (sin conocer su historia en Argentina), le dijo que “captaba muy claramente en sus videncias a un hombre mayor, un sacerdote ya fallecido, que la estaba cuidando y dándole ánimos permanentemente”

SUS MILAGROS DESPUÉS DE SU MUERTE

Aun después de su fallecimiento continua haciendo milagros y sanando a quien acude a pedirle su ayuda. Aquí les dejo una imagen del Cura Sanador para quien se sienta afligido por una enfermedad le pida con devoción que interceda ante Dios y los alivie en su padecimiento. Pero recuerda "Si no das, no recibís", la obra del Padre Mario necesita tambien de tu ayuda.

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