Los mitos de la alimentación

A fuerza del boca en boca, consejos de las abuelas o de la simple repetición existen ciertos presupuestos vinculados con la alimentación que lejos de la certeza no tienen ningún fundamento científico.

"El apio y las nueces son afrodisíacos", "el jugo de pomelo quema las grasas", "los productos light no engordan" o "la fruta engorda más si se come después de la comida".

¿A quién no le ha pasado evitar o suspender ciertos alimentos por la falsa jactancia de, me lo contó un conocido, lo dijeron en la tele o lo leí en internet?

Muchas veces la fuerza de los mitos desencadena conductas sociales tan poderosas que ni la ciencia puede desterrar. En la nutrición las fantasías están a la orden del día en todo el mundo y lejos de ser inocentes podemos llevar a cabo una dieta poco saludable a fuerza de mentiras poco piadosas. Así, los mitos no tienen nacionalidad, raza, creencia o religión circulan sin piedad y la mayoría de ellos han conseguido mala o buena prensa tanto de productos como de conductas alimenticias erróneas.

Aquí les presentamos algunos de los mitos más comunes de la alimentación, sustentados por información de la Organización Mundial de la Salud

  • Las aceitunas están absolutamente prohibidas en una dieta bajas calorías: Falso.
    No sólo existen aceitunas bajas en sodio sino que también pueden usarse como equivalentes en una ensalada y no presentan ningún riesgo ni para la salud y tampoco en la ingesta alta de calorías.
  • Las gaseosas lima-limón ayudan a combatir la fiebre.
    Un mito que ha pasado de generación en generación y no es exacto. Los médicos las recomiendan pero sólo para compensar la deshidratación en lugar de bebidas colas que, por su alto contenido en cafeínas, pueden poner más ansioso al paciente. Pero, no combaten para nada un estado febril.
  • El consumo de edulcorantes produce cáncer.
    Este presupuesto ha tomado gran repercusión social y es absolutamente falso. La OMS afirma que todos los endulzantes autorizados que se comercializan son seguros para el ser humano en las dosis recomendadas por el Código Alimentario correspondiente a cada país ¿De dónde proviene este mito? Se realizó una investigación al respecto y se le atribuía al consumo de edulcorante la posibilidad de desarrollo de cáncer de vejiga. Pero, para que las roedores utilizados en el experimento pudieran desarrollar el cáncer que se le atribuye, ingirieron el equivalente a una palangana diaria de edulcorante artificial, cantidad exorbitante para el consumo humano.
  • La combinación de sandia con vino produce consecuencias desfavorables en la salud.
    La unión de esta fruta con este tipo de bebida no trae aparejado ningún tipo de síntoma.
  • El queso constipa.
    No. El queso no tiene ninguna sustancia que genere la constipación. Se recomienda su consumo en caso de diarreas porque no tiene fibras que faciliten la evacuación, como la carne o las verduras.
  • Cuando baja la presión es lo mismo comer algo dulce o salado: Falso.
    Si a un paciente se le presenta un cuadro hipotensión sólo la sal ayuda a aumentar la presión sanguínea.
  • El pan de salvado engorda menos que el pan blanco.
    Aquí se presenta una confusión muy frecuente. El pan de salvado es rico en fibras y su digestión produce un mayor gasto de calorías. Pero, en valores calóricos es mínima la diferencia.
  • El alcohol fija las grasas.
    No es así, pero sí tiene un alto contenido calórico.
  • La levadura de cerveza hace crecer el pelo.
    No es cierto. Hasta ahora no se ha comprobado que algún alimento haga crecer el pelo.
  • La cebolla contribuye a la longevidad.
    Mito. Lo que está comprobado es que tiene propiedades para mejorar los niveles de colesterol sanguíneo y es rica en selenio, un mineral que se encuentra en pocos alimentos y es antioxidante. Pero, no nos hace vivir más años necesariamente.
  • El apio y las nueces son alimentos afrodisíacos.
    Han tenido esta fama a partir de la tradición de culturas de la antigüedad que vincularon las propiedades de ciertas plantas, frutas secas y raíces que presentaban características similares a los órganos genitales masculinos. Sí se ha investigado que las frutas secas contienen vitamina E, conocida como la vitamina de la fecundidad ya que actúa como estimulante del sistema reproductor y su falta puede producir esterilidad o problemas para llevar adelante la gestación.
  • La fruta engorda más si se come después de las comidas.
    Absolutamente falso, como cualquier otro alimento, engorda sólo si se come en exceso. Por lo tanto, puede ingerirse en cualquier momento del día. Además. la vitamina C que contiene la fruta permite, al ser ingerida como postre, una mayor absorción del hierro que provee un plato de carne.

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