Leo Martinez, Espíritu de Montaña

Ejemplo de Vida...

Tengo la suerte de conocer a esta gran persona, amigo y compañero de trabajo.

Esquiador, instructor de esquí en el Centro Valle de las Leñas de Mendoza, Argentina, que en el 2005 y con sólo 25 años sufrió un accidente realizando un salto del esquí. Lo de dejó sin movilidad en sus piernas. Leo no se dejó vencer y la tragedia, más que desanimarlo, lo motivó a ser mejor y buscar en su vida un nuevo camino.

Ayudado por su familia, sus amigos, los incondicionales de la habitación 35 del Centro de Esquí Valle Las Leñas (Tali, Juaco, Simón y Guido), y apoyado en su voluntad de hierro, Leo salió adelante.

Con humildad y el espíritu intacto nos enseña que CUANDO SE QUIERE SE PUEDE...

Un ejemplo de vida...

Luego del accidente, ¿cómo y cuándo empezaste a esquiar de nuevo?

Empecé a esquiar en el 2007, un año después del accidente, con la ayuda de mi hermano Andrés. Organizando eventos para juntar fondos y con la ayuda de varios amigos de Andorra, España fue quien compró mi primer silla adaptada para esquiar.

Y así retomé el esquí. Primero aprendiendo en Venus, pista fácil del Valle Las Leñas; despacio, tranquilo, ya que tenía una cirugía muy complicada que me fija 7 vértebras.

En el segundo año pasé a Minerva, pista intermedia, y ya, en el tercer año, me animé a pistas de mayor dificultad, inclusive fuera de pista.

De ahí no paré hasta los Juegos Parolímpicos del 2010, en los cuales participe.

¿Qué sentiste cuándo te pasó... impotencia, rabia, ¿por qué a mi?

No, la verdad es que no sentí nada de eso porque me pasó haciendo lo que me gustaba, que era SALTAR EN LA NIEVE, en mi lugar: la Montaña; distinto hubiese sido por un accidente de auto.

Y tuve que salir adelante por mí y por los que quería. En un momento pensé que no iba poder volver donde mis amigos y, sin embargo, acá estoy esquiando nuevamente en mi lugar en el mundo, con mi gente.

Quizás no es la misma sensación que esquiar con los pies, pero aprendí a sentir la misma libertad con la silla, esa pasión que genera este deporte. Volví a disfrutar de la montaña.

¿Sos un ejemplo?

Trato de ayudar a los que tienen un problema similar y que intentan aprender a ser independientes. Quiero que vean que uno puede superarse a si mismo en cualquier circunstancia.

Cuando estuve en los Juegos Paralímpicos me sentí un afortunado. Gente en condiciones mucho peores que la mía estaba allí con brazos amputados o eran no videntes y dije " Yo que tengo brazos, ¿cómo no voy a poder? "

¿Cuál fue tu mayor desafío?

Después de los Juegos de Canadá, lo más impactante fue el Pentatuel, que consiste en cinco disciplinas: natación (10 km), kayak (15km), cuatriciclo (70km), pedestrismo y ciclismo (27 km) que uní con una handbike.

Fui el primero en hacerlo en silla de ruedas. Cuando me inscribí me dijeron "vos estas loco, gente parada no puede..". Yo sólo pedí intentarlo, llegué muerto, pero lo hice. La repercusión en la gente fue increíble.

¿Qué otras actividades realizás?

En un principio diseñé remeras con la leyenda Try Again, (intentarlo de nuevo), con lo que junté fondos para cambiar mi silla a una más moderna. Con mi hermano fabricamos esquíes fuera de pista "2 Co", por Dos Cojones. Cuando me pasó lo del accidente me dije y me comprometí a salir con DOS COJONES, de ahí la marca.

También hago wakeboard asiduamente en verano, mi otro deporte por excelencia. Y creamos con Andrés ¨El Cable¨ un Parque de Agua que instalamos en San Rafael, Mendoza, Argentina, para que la gente pueda disfrutar este deporte.

También organizamos algunas otras actividades a beneficio, como por ejemplo la maratón de Pinamar, que patrocina la Fundación Red Bull Wins for life, de la que fui embajador para juntar fondos para LA INVESTIGACIÓN DE LA CURA DE LESIONES MEDULARES.

¿Cuál es tu objetivo HOY?

Ir a los JUEGOS DE COREA 2018, para lo que tengo que entrenar y hacer puntos, lo que implica viajar a Europa y EEUU a distintas competiciones. Por suerte, luego de mucho esfuerzo, conseguimos la subvención del ENARD y la FASA para pasaje, estadía y transporte.

Destaco también el apoyo incondicional del Centro Valle Las Leñas que me facilita los medios para entrenar en sus pistas.

Así que, con mi entrenador Martin Cavnagui y la encargada del Comité Paralimpico, estamos enfocados en este nuevo desafío.

También me gustaría hacer el cruce a Chile en algún momento.

¿Qué rescatás de esta experiencia que te tocó vivir?

Que HAY QUE SEGUIR PARA ADELANTE, de lo malo sacar lo bueno. No hay que rendirse nunca y seguir disfrutando. Yo por lo menos quiero seguir disfrutando de la MONTAÑA, de mis amigos, eso es lo que me gusta y me llena el espíritu... Jamás perder la esperanza...

Fue una entrevista especial; al terminar me llevé la sensación de haber hecho un reportaje a un amigo, de haber aprendido mucho y de poder transmitir que la vida siempre vale la pena. ¡¡¡Gracias Poke!!!

Esto es Espíritu de Montaña...

Vía: Primerafila

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Por Marcos Crisi / www.primerafila.com.ar