La historia de María de los Angeles, el testimonio real sobre cómo la fuerza de voluntad es el motor de los sueños

María de los Ángeles desde su más temprana infancia es una apasionada de los caballos y aquellos seres que acompañaron durante su niñez y le brindaron las más genuinas de las alegrías, en su adultez se convirtieron en su mayor vehiculo de inspiración y motivación para salir adelante
La motivación no se nutre de abstracciones sino de experiencias.  En un mundo en el cuál los seres humanos pueden sucumbir ante el pesimismo cuando la adversidad atraviesa sus biografías, existen personas que en el más noble de los silencios ejercen la más genuina forma de optimismo: resignificar su dificultad en ayuda al prójimo.
 
Esta es la historia de María de los Ángeles Kalbermatter, una mujer que hace 35 años atrás tuvo que ser sometida a la amputación de una pierna como consecuencia de un cáncer. Esta experiencia cambió su vida para siempre y la transformó en una persona que decidió no flaquear ante las dificultades. Esta actitud proactiva y positiva la convirtió en una referente y un modelo para todas aquellas personas que desean concretar sus esperanzas y sueños  en una experiencia real.
 
María de los Ángeles desde su más temprana infancia es una apasionada de los caballos y aquellos seres que acompañaron durante  su niñez y le brindaron las más genuinas de las  alegrías, en su adultez se convirtieron en su mayor vehiculo de inspiración y motivación para salir adelante.
 
Cuando comenzó su recuperación física, los médicos y especialistas le recomendaron hacer deporte, pero ninguna de las actividades que le sugerían la entusiasmaban. En lugar de plantearse quejas o excusas, decidió innovar y crear su propio escenario, una técnica acorde a su pasión: la equinoterapia.
 
Hace tres décadas atrás la  rehabilitación asistida con  caballos sólo se practicaba en Estados Unidos y Europa, pero este era tan sólo un detalle para la perseverancia de María de los Ángeles.
 
Si las oportunidades no existen, hay que crearlas  pensó y del dicho al hecho convirtió su sueño en realidad. Con mucho esfuerzo, en el año 1978 creó la primera Asociación Argentina de Actividades Ecuestres para Discapacitados (AAAEPAD).
 
Su objetivo de realizar su recuperación le había quedado chico, ya que su mayor sueño a partir de entonces fue brindar a todas las personas con discapacidades físicas y mentales la posibilidad de mejorar su calidad de vida a través de la equinoterapia.
 
Hoy María de los Ángeles es una de máximas referentes a nivel mundial en la enseñanza de esta técnica que incrementa  las capacidades de las personas con discapacidades mentales y mejora  el equilibrio, la coordinación y  el fortalecimiento de músculos y, sobre todo, favorece a  la salud emocional de niños y adultos  permitiendo  optimizar  la comunicación de sus  emociones.
 
Hoy con 35 años de experiencia en equinoterapia, María de los Ángeles dedica su vida a enseñarle a chicos y grandes que padecen autismo, síndrome de down, retraso madurativo o  personas discapacitadas   del aparato locomotor, sensoriales,  ciegos o  sordos, entre otros a realizar distintos ejercicios y técnicas en las cuáles a través de su contacto con el caballo logran resultados permanentes y estimulantes.

Hoy AAAEPAD es un escenario de recuperación física y emocional, y nació de la mano de una joven que soñó con volver a montar un caballo a pesar de sus dificultades físicas. Ella no sólo alcanzó su sueño,  multiplico las esperanzas  en cientos de niños que encontraron en los caballos a sus compañeros fieles y leales para crecer con el  cuerpo y el alma.

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Por Eugenia Plano