La curación esenia

La curación Esenia o Cuidados Esenios, es una terapia muy antigua que se basa en el poder sanador de la luz y del sonido, así como del masaje de puntos energéticos para restablecer el equilibrio armonioso.

Los cuidados actúan restableciendo la circulación de la energía que ha sido perturbada por el estrés, la enfermedad, las formas-pensamiento negativas y las dificultades de la vida cotidiana.

Estos Cuidados están disponibles de nuevo gracias a Anne Givaudan, que ha vuelto a encontrar la memoria a través de los registros akashicos, las memorias de la naturaleza. Allí estarían guardados el pasado del planeta y de cada uno de sus habitantes.

Anne Givaudan es autora y co-autora de mas de 19 obras traducidas a varios idiomas. Sus libros son enseñanzas acerca de los mundos después de la vida, pero también tratan cuestiones claves de nuestra vida de ahora. Desea que sus descubrimientos y contactos contribuyan a que cada uno vuelva a encontrar su verdadera naturaleza: pluridimensional y sin límites.

“Cuando bendicen en cruz, están llamando al Angel del Agua, al Angel de la Tierra, al del Fuego y al Angel del Aire, para que acudan a sanar o cargar de su poder al objeto que bendicen.

Sean por tanto merecedores del gesto. Por el Angel del Agua dotan al objeto bendito del sentimiento del Padre Creador, por el Angel del Aire lo dotan de la Mente, por el Angel de la Tierra dotan al objeto bendito de la fuerza de la Madre Naturaleza y de su energía, y por el Angel del Fuego lo dotan del espíritu de Cristo, hijo del Padre Sol, creador de nuestra existencia.

Cuando bendicen por 3 veces están recorriendo las 12 estancias del Cristo Creador, hijo del Padre Eterno - Zodíaco. Cada invocación atrae millones de seres y de energías sobre lo que bendicen. Nunca pronuncien el nombre de Dios en vano y nunca realicen actos que no estén a la altura de la necesidad y de la objetividad o serán severamente castigados.

Aún pasando miles de años no conseguirán entender ni sentir el poder de la bendición. Deben recordar que la energía del Cristo está en todo y deben sentir el todo como una sola cosa.

Una estrella lejana y la hoja de un árbol son parte de una misma cosa. El aire que respiran es Cristo y por tanto vida.

Desde ahora os digo que la mayoría de las enfermedades están causadas por los malos hábitos de la respiración y de la comida.

De oriente vienen mensajeros en las caravanas que nos hablan de la ciencia de la respiración y de sabios monjes que en lugares lejanos respirando pueden llegar a vislumbrar la fuerza y la sabiduría del Creador. Moisés, nuestro padre, dijo que hubo un tiempo donde los hombres aprendieron a fundirse con la naturaleza y vivían más de mil años como nuestros patriarcas Matusalén, Lamec y Noé”.

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