¿Cuanto vale tu tiempo?

Ningún trabajo pagará el real valor del tiempo que no le das a tus hijos

Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía a su padre al término de su trabajo.

-Papá, ¿cuanto ganas por hora?

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: -Mira hijo; esos informes, ni tu madre los conoce, no me molestes que estoy cansado.

-Pero papá, -insistía- dime por favor ¿cuánto ganas por hora?

La reacción del padre fue menos severa, solo contestó: $ 10 la hora...

...¿me podrías prestar $ 5? preguntó el pequeño.

El padre montó en cólera y le dijo: -Así que era esa la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado.

Ya había caído la noche y el padre había meditado lo sucedido. Se sentía culpable, tal vez su hijo quería comprarse algo.

En fin, queriendo descargar su conciencia dolida se asomó al cuarto de su hijo.

-¿Duermes hijo? -Dime papi, contestó el niño entre sueños.

-Te traje el dinero que pediste.

-Gracias papi, contestó el pequeño. Y metiendo su mano bajo la almohada sacó unos billetes...

-Ahora ya completé lo que me faltaba, tengo $ 10. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?

 Síguenos en Facebook
 Síguenos en Instagram