Alimentos que deberíamos consumir para fortalecer nuestras defensas

Alimetarse saludablemente va más allá de conseguir una buena figura.

Acercándonos al Día de la Inmunología, te acercamos algunos consejos que la "Inmunonutrición" propone para alimentarnos y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Los seis nutrientes que ayudan al sistema responsable de controlar las agresiones que producen las bacterias, los virus y los parásitos son las vitaminas (A, E y C), los minerales (zinc, cobre, hierro, magnesio y selenio), los ácidos grasos (omega 6 y omega 3), las calorías necesarias según la edad, la actividad física y la contextura, y las proteínas de alta calidad, como las que aportan la carne, la leche, la soja, el queso y algunas combinaciones de alimentos, como un cereal con una legumbre.

Existen evidencias de que respetar las recomendaciones nutricionales mejora el funcionamiento del sistema inmunológico en chicos y grandes contra enfermedades como diarreas, trastornos inflamatorios intestinales o infecciones respiratorias bacterianas, entre muchas otras.

Frutas secas, el té y hasta el chocolate son importantes para mantenernos fuertes

Según la doctora Nora Slobodianik, profesora titular de la Cátedra de Nutrición de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA; "La población debería, en general, tratar de incorporar más frutas, verduras, aceites vegetales, pescado y frutos del mar, y alimentos integrales, como los cereales o los panes, que está demostrado que proporcionan beneficios para la salud en general y las defensas del organismo en particular".

El enfoque de la inmunonutrición afirma que la dieta, entre otros factores, condiciona los mecanismos de defensa. Las células del sistema inmunológico necesitan de estos nutrientes para brindar al organismo una adecuada función protectora.

El Doctor Rubén Salcedo (MP 17.181), director médico de la Clínica Diquecito, de Córdoba, institución líder en la materia afirma que Tener estas viandas a mano asegurarían contar con una buena dósis de nutrientes siempre disponible.

1- Yogur (con probióticos), con avena. "Este puede ser un snack a cualquier hora del día. Este alimento, de fácil portabilidad con el sólo recaudo de mantener la cadena del frío, complementa la alimentación con una buena dosis de fibra, además de aportar probióticos básicos para el fortalecimiento del sistema digestivo".

2- Naranja en gajos. "Es bien sabido que todos deberíamos consumir al menos 5 a 8 frutas diarias, y entre ellas deberíamos contar con un buen aporte de vitamina C. Sin embargo, los cítricos no son un alimento fácil de ingerir por la necesidad de utilizar cubiertos, platos, y demás. Por ello, antes de salir de la casa o de la oficina, recomendamos pelar un par de naranjas o tres mandarinas y prepararlas ya en recipiente adecuado. Ni bien la persona siente ganas de "picar" algo, puede disponer así de un tentempié que, además de rico, genera una alta sensación de saciedad gracias a su fuerte sabor. Si no se pudiera consumir el fruto, éste puede reemplazarse por jugos, pero sin perder de vista el hecho de que mientras menos procesado es el alimento, mayor es la preservación de sus nutrientes".

3- Nueces. "El zinc es un factor muy importante en la inmunonutrición, sobretodo frente a la congestión nasal y al dolor de garganta. Para complementar cualquier dieta es importante hacerse el hábito de comer tres "mariposas" de nueces al día. Si la persona las lleva consigo, podrá agregarlas a una ensalada de frutas, o a ensalada de verdes en su almuerzo".

4- Barra de chocolate amargo. "Aunque muchos no lo crean, sólo una barra de chocolate amargo tiene la capacidad no solo de aquietar la necesidad de algo dulce, sino que también aporta a la persona flavonoides importantes para prevenir gran cantidad de enfermedades".

5- Té verde con canela y miel. "Tiene acción antioxidante, antimutagénica y también propiedades antiinflamatorias. Es decir, nos ayuda a disminuir la prevalencia de enfermedades causadas por virus y bacterias y nos da ese toque de calor cuando empieza a bajar la temperatura".

6- Ácidos grasos poliinsaturados. "Están presentes en la carne de pescados grasos y azules (sardina, caballa, arenque, palometa, atún, salmón); mariscos (mejillones, berberechos, ostras); frutos secos (nueces, avellanas y semillas de calabaza); aceites (soja, oliva, lino y germen de trigo); espinacas, repollo, lechuga, brócoli y en la leche materna. Poseen efectos antiinflamatorios favoreciendo la respuesta inmunológica del cuerpo humano ante ciertas enfermedades (tales como el cáncer), que cursan con una excesiva activación de la respuesta inmunitaria.

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